jueves, 28 de agosto de 2008

Había una vez...Hay un cuento que contaban las abuelas que te puedo contar...

A la memoria de mi abuela Isabel


“Es cierto que el psicoanálisis ha tomado por objeto la psique individual, pero a raíz de su exploración no podían escapársele las bases afectivas del vínculo del individuo con la sociedad... "
Sigmund Freud

En el Malestar en la cultura, obra de gran interés para la Sociología, Freud plantea el antagonismo entre las exigencias pulsionales y las restricciones impuestas por la cultura.

“Las fuerzas que originan la limitación y la represión de lo pulsional por obra del yo surgen, en lo escencial, de la docilidad hacia las exigencias de la cultura.”

Dicha docilidad proviene del nexo existente entre la renuncia de lo pulsional y la conciencia moral y esto tiene su origen en la constitución del sujeto y en las primeras relaciones objetales del individuo.

La identificación primaria del niño con su imagen es el origen de todas las demás identificaciones. La misma está reducida a dos términos: el cuerpo del niño y su imagen. Es “narcisista”, según Freud e “imaginaria” según Lacan porque el niño se identifica con una imagen que no es él pero que le permite reconocerse, captar la forma global de su cuerpo propio, esto es con el consentimiento de un Otro que le confirme que esa imagen es él.
En este momento hay una indistinción entre sí mismo y el otro, éste es tratado como un doble. El niño al relacionarse con sus pares los agrede o los imita intentando dominarlos. Juega a que los decapita o los descuartiza, pega y dice que le han pegado, llora cuando otro se cae.
Esta relación tiene características parecidas a la relación primera con la madre. El niño desea ocupar el lugar de lo que a ésta le falta, ser su falo, el objeto de su deseo. También aquí hay indistinción, identificación narcisista, otros rasgos del orden imaginario.
El niño desea un contacto permanente con la madre pero poco a poco experimentará sus ausencias y ¿porqué se ausenta la madre?. Tal vez porque desea algo más allá de él. El niño no es todo para ella.
Es a través de la madre que aparece el padre como portador de la ley, separando al niño de la madre, privando a uno y otro del falo y castrando al niño de su deseo. Como resultado de esto el niño renuncia a ser la totalidad del deseo de la madre, a ser omnipotente, aceptando la ley que lo limita e ingresando al orden simbólico, el mundo del lenguaje, de la cultura, identificándose con la ley, con el padre. El niño entra en la tríada familiar, superando la relación dual, adquiere su subjetividad, deviene un sujeto distinto de los otros dos.
Esta identificación (llamada secundaria por Freud) consiste en ponerse en el lugar del padre y por lo tanto representa un asesinato simbólico y es a partir de esta deuda que el sujeto sueña con una redención futura de su error. Es el ideal paterno al que busca satisfacer en el futuro, contrabalanceando las exigencias pulsionales que impulsan al sujeto hacia el pasado.

Haber sido atravesado por la ley significa aceptar la imposibilidad, comprender que la felicidad es posible como fenómeno episódico.

Sin embargo el hombre no deja de aspirar encontrarla y sostenerla, y teniendo en cuenta sus ideales y condicionado por ellos busca caminos para lograrlo. Algunos de ellos son la ciencia, el arte, la religión.

Es alrededor de la función del ideal que se acomoda la relación del sujeto con los objetos exteriores.

Jacques Lacan

El ideal implica siempre al yo ya que las razones para vivir que se da el sujeto derivan de su narcisismo.
Los ideales acomodan los restos de la represión. Se heredan, se transmiten, como los cuentos que nos contaban las abuelas.
La subjetividad necesita de lo narrativo, somos hablados antes de hablar, asegurando el habla una existencia más allá de la imagen.
Las historias sostienen la existencia de cada sujeto y despliegan una temporalidad, prometiendo vida para un futuro: “Soñamos con tener un hijo”, “Cuando sea grande voy a ser…”
Los ideales posibilitan soñar, proyectar, vislumbran progresos. La fuerza del lazo social reside en el compartir las mismas creencias, prometiendo el ideal común un goce para el mañana.

Ahora bien, qué observamos que ocurre con los ideales en las épocas actuales?

La posmodernidad se caracteriza por la caída de los ideales que se relacionan con el futuro y si estos se derrumban no queda nada que haga de contrapeso a la regresión hacia el pasado. Cuando el cuerpo deja de ser impulsado hacia delante por los Ideales regresa al campo incestuoso de la demanda materna y esta regresión seguirá el camino que tomó esa demanda: el de las pulsiones parciales.

Gérard Pommier

El posmodernismo es la época en la que el hombre no se entusiasma con el progreso, con un futuro, con transitar una historia que culmine en la felicidad y la libertad. Como consecuencia de esto se observa una devaluación de la figura paterna que provoca cambios en la estructura familiar.

En el ámbito de la práctica clínica son recurrentes como temas en las consultas las consecuencias de la falta de límites: trastornos de la conducta la mayoría de las veces.
Algo parecido sucede en las Escuelas, institución que guarda una estrecha relación con los niños.
Se observa en quienes cumplen las funciones parentales o sus subrogados cierto malestar e incomodidad respecto de lo que implica ocupar estos lugares.
Frente a esta dificultad aparecen diferentes posiciones. Con el afán de hacer bien las cosas, algunas de las más recientes consisten en explicar hasta lo inexplicable, dar si es posible todo, asociar el decir “no” con un acto autoritario.
Al respecto dice Winnicott:
“De los niños puede afirmarse que no sacan buen provecho de la perfección. Necesitan tener a su alrededor seres humanos que tengan éxitos y fracasos, que sepan que no tienen porque saberlo todo”.
Por el contrario pero no por eso más efectivas aún persisten otras posiciones como las de gritar para que los niños obedezcan, imponer, castigar, decir que no siempre, etc.,
Y también se da la combinación de las posiciones enunciadas cambiando los padres repentinamente de una a otra cuando una no funciona recurren a la otra, cuestión que además de no ser efectiva provoca una gran confusión.
Intentando dar respuestas rápidas y prácticas surge bibliografía que da instrucciones de todo tipo: cómo lograr que los niños duerman solos, como ser un padre actual, cómo educar, como poner límites, etc.
Pero estas no son cuestiones que se puedan aprender. Cuando un sujeto es convocado en el lugar de padre se constituye como un mediador de la ley que lo ha atravesado y en cuyo nombre habla, posibilitando el acceso al deseo. Respecto de esto es que la función paterna está expuesta a múltiples fallas y sus inevitables fallas son restituídas por los síntomas del hijo.

Al respecto me gustaría comentar un caso que pude observar hace poco tiempo:

Comenzaba el ciclo lectivo y una docente comenzó a trabajar con su nuevo grupo. La mayoría de los niños que lo integraban estaban juntos desde hacía 4 años.
Desde la institución escolar este grupo había sido definido históricamente como muy bueno teniendo en cuenta el aspecto intelectual pero complicado y difícil respecto de lo emocional.
Se observaban problemas de conducta en algunos de los varones que a veces se manifestaban como violencia física.
Entre las niñas era frecuente la predominancia de un subgrupo que dificultaba la integración entre todas ellas.
El año anterior tanto los niños como las niñas tenían claro quien era el jefe de uno y otro bando.
Todas las docentes que los niños habían tenido coincidieron respecto de lo que observaban, transmitiéndolo a los padres en las reuniones y solicitando ayuda al respecto, pero los síntomas persistían repitiéndose año a año.
Todo esto había generado una sensación de malestar tanto en los padres como en los niños en lo general, como en lo particular.
A mediados de abril y producto de sus observaciones y comentarios de algunos de los padres la docente decide dedicar una hora de clase para conversar con los niños acerca de esto que estaba pasando, poniéndolo en palabras, mostrándose preocupada y convocándolos a participar activamente en la solución de estos inconvenientes, aclarando que la situación no podía seguir así porque había nenes que la estaban pasando muy mal.
Varios de los niños experimentaron angustia durante la charla porque asimilaron esto a un reto, a un ser descubiertos, pero efecto de la misma la mayoría de ellos comentó lo sucedido a sus padres.
La problemática también fue enunciada a los padres en la primera reunión informativa. En dicha reunión estaba presente la Directora de EGB quien en apoyo a lo que la docente transmitía comentó que a pesar de que se trataba de niños de corta edad, si algo de lo que realizaban era considerado digno de ser sancionado, se los iba a sancionar.
También puntualizaron la importancia de la colaboración de los padres por tratarse de un trabajo en conjunto.
Los tiempos dedicados a trabajar cuestiones afectivas se hicieron costumbre.
Algunos de los temas que se trataron en el grupo fueron el respeto, la solidaridad, aceptar las diferencias, lo que se podía y no se podía hacer dentro del ámbito escolar y en las horas de clase. Cabe destacar que la actitud de la docente guardó coherencia con esto: los niños se sintieron tratados por igual, abrió un espacio para el diálogo, escuchando primero, sancionando cuando correspondía, también felicitando al mismo que tal vez antes había sancionado. Ante exposiciones o actos todos tuvieron la misma posibilidad de participar.
Todo esto propició la integración entre los niños.
Durante el mes de setiembre los padres fueron citados a la segunda reunión informativa. La maestra dio inicio a la misma comentando lo siguiente: “Quiero decirles que estoy muy contenta con los nenes”...Se habló de los logros del grupo que en esta oportunidad estaban relacionados tanto con lo intelectual como con lo afectivo.
Al finalizar el año y por razones en gral. relacionadas con el trabajo de sus papás dos niños del grupo comentaron que el próximo año se irían a vivir a otras provincias. La maestra organizó una merienda compartida, le pidió a cada nene que escriba una carta para cada uno de sus compañeros y solicitó a las madres que organizaran la compra entre todos de un regalo del grupo.
Y así lo hicieron Maestra, niños y padres...en el marco de una Institución relacionada con la infancia como es la institución escolar.

Algunas observaciones respecto del caso:

-La docente supuso un sujeto en el niño.

-Logró efectos en el grupo, pero teniendo en cuenta las subjetividades que lo conformaban.

-Posicionándose ella en el lugar de la autoridad puso límites que tuvieron como efecto el orden pacificante de la Ley, desarmando esos subgrupos cuyos jefes eran los mismos niños.

-Como consecuencia de ello dio lugar a la distancia que debe existir entre los adultos y los niños.

-Produjo un corte en esta historia que parecía repetirse año a año

-Cabe destacar como hecho de importancia el apoyo que la Directora como autoridad prestó a la docente en cuestión.

Es necesario que exista un padre para que haya un hijo y un hermano.
La Ley pacifica.
Se trata de promover los procesos que posibiliten que las energías provenientes de lo pulsional sean guiadas hacia un camino provechoso para el aprendizaje.

Gabriela Toledo


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Bibliografía:

-El interés por el Psicoanálisis S. Freud
-El Malestar en la cultura S. Freud
-El estadío del espejo J. Lacan
-Seminario 9 J. Lacan
-Los cuerpos angélicos de la posmodernidad Gérad Pommier
-Seminario 8 Jacques Lacan
-Sobre la psicología del colegial Sigmund Freud
-Conversando con los padres D. Winnicott

1 comentario:

Anónimo dijo...

Leí detenidamente todo lo escrito.Humildemente me pareció el relato de una experiencia explicada en forma sencilla y comprensible,simple,casi primitiva, ya que tratar de no sancionar, de no aplicar el autoritarismo pero si las normas aunque sean invisibles o no esten escritas es lo más elemental que se puede hacer ante un grupo de educandos,no logro pensar a quien va dirigida. Sin ánimo de ofender, esto mismo se hacía con niños de jardín, con asesoramiento de profesionales hace apróximadamente 20 o 25 años atrás.
Creo que este tipo de debates o charlas deberían afianzarse primero en los institutos de formación docente,en los cuáles encontramos alumnas que no tienen idea de lo que es tratar con ñiños, ni la suerte de tener gente que se los explique, o al menos que les despierte ese interés: "Cómo tratar con niños",tema de la carrera a la que se dedicarán el resto de sus vidas.(con mucha suerte)
En segundo lugar ayudar a la educación, jerarquizándola y transformando la carrera docente en universitaria y no tercearia. (no creo que serían tantos los postulantes a menos que sintieran verdadera vocación)
Por último y hablando de la tarea que realizan ustedes como profesionales de la salud mental;( espiritual, y hasta física , porque el cuerpo se expresa xuando algo anda mal) realizar todos los años a cada persona que forme parte de un plantel docente un examen psicofísico y psiquiátrico preventivo, para preservar la integridad de niños y adultos y de las relaciones interpersonales.
En cuánto a los padres, sabemos que los docentes se sienten acompañados por algunos,en su labor diaria, ya sea por intuición simple, por nivel de educación y pensamiento o por la apertura que tienen al escuchar que se espera de cada edad, como distinguir un llanto de angustia de un capricho o berrinche, pero es cierto también que a veces es difícil tratar ciertos temas con personas que no están dispuestas a contribuir y acompañar a sus hijos en el camino del crecimiento y del aprendizaje,con todo lo que esto implica, límites, desprendimientos,hábitos, inicio de la conciencia moral, etc por falta de tiempo, interés, entendimiento.
Nosotros los adultos,padres,docentes ,profesionales o no; nos vemos totalmente superados por las distintas situaciones a las que nos enfrentamos en lo cotidiano.A la lucha diaria por vivir dignamente,a los hechos que nos regala la realidad, la posmodernidad, la globalización...,factores que intervienen aunque no querramos en la construcción de la conciencia moral, que influyen en la herencia cultural,en la situación económica o en los trabajos que realicemos. Además de la ayuda de Freud, del Psicoanálisis, de Piaget, de Vigosvky,de Bruner, de Malajovich,de la religión,de las creencias,de la lógica,de la razón, etc, etc, etc
Por supuesto que no estaría nada mal seminarios para padres y docentes pero interdisciplinarios,y que ayuden a que el nivel de nosotros los adultos crezca, de esa manera podremos transmitirles a nuestros niños, nuestro futuro algo que valga realmente la pena.
gracias por el espacio y la posibilidad de conocerlos y opinar.